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jueves, 24 de septiembre de 2015

SABERES



SABERES

  


Tal como ya ha sido analizado por la UNESCO, el siglo XXI, ofrece recursos sin precedentes tanto a la circulación y al almacenamiento de informaciones como a la comunicación, planteando a la educación superior una doble exigencia que, a primera vista, puede parecer casi contradictoria: la educación deberá transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro.

Simultáneamente, deberá hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por las corrientes de informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos. Con esas perspectivas, el individuo debe estar en condiciones de aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar y enriquecer ese primer saber y de adaptarse a un mundo en permanente cambio.

Para cumplir el conjunto de las misiones que les son propias, la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; por último, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores. Actualmente, todavía, el proceso de enseñanza-aprendizaje se orienta esencialmente, hacia el aprender a conocer y, en menor medida, el aprender a hacer. Las otras dos formas de aprendizajes dependen, de alguna manera natural, de las dos primeras. Pues bien, la UNESCO, plantea que, en cualquier sistema de enseñanza estructurado, cada uno de esos cuatro “pilares del conocimiento” debe recibir una atención equivalente a fin de que la educación sea para el ser humano, en su calidad de persona y de miembro de la sociedad, una experiencia global y que dure toda la vida en los planos cognoscitivos y practico. Se plantea en este organismo, que es indispensable asignar nuevos objetivos a la educación y, por consiguiente, modificar la idea que nos hacemos de su utilidad.

Una nueva concepción más amplia de la educación supone trascender una visión puramente instrumental de la educación, percibida como la vía obligada para obtener determinados resultados (experiencia práctica, adquisición de capacidades diversas, fines de carácter económico), para considerar su función en toda su plenitud, a saber, la realización de la persona que, toda ella, aprender a ser.

En este contexto, establecido por la UNESCO para la educación superior del siglo XXI, la Carrera plantea incluir estos cuatro pilares, como se muestra en el siguiente cuadro:

SABERES ESENCIALES: LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACION SUPERIOR DEL SIGLO XXI


Saberes Esenciales
Tipos de conocimientos

Saber conocimiento

Declarativos
Factuales
Terminologías,(vocabulario, términos, definiciones), hechos específicos (nombres, fechas), enunciación de generalizaciones, principios, reglas, leyes, teorías, etc.

Conceptuales
Elaboración, comprensión explicación y transferencia de conceptos y definiciones.
 Saber hacer
Procedimentales
Específicos
Ejecución de procedimientos, técnicas y métodos (habilidades y destrezas)
Estratégicos
Estrategias de control de contexto, afectivo-motivacionales; de planificación, control y regulación de la actividad; de búsqueda, recogida, selección, organización y elaboración de la información.

Saber convivir



Actitudinales

Actitudes
Valores
Normas
Cumplimiento de normas, y desarrollo y formación de actitudes (componente  afectivo, cognitivo y conductual) y valores.
Saber ser

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